Todos los días son días está conformado por un libro álbum y un cortometraje animado. El recorrido del personaje invita al lector a pensar su espacio interno en consonancia con la naturaleza, con la ciudad y con los otros, por lo que el libro es un viaje silencioso en el que cualquier lector puede encontrar resonancias desde el ejercicio de la contemplación y la lectura de imágenes.
 
Esta historia nos invita a tomar conciencia del tiempo y de las cosas que ocurren mientras estamos sumergidos en la cotidianidad; permitir que la naturaleza nos hable y entre a nuestras vidas, nos saca del ostracismo en el que nos vemos envueltos a veces los seres humanos. Todos lo sabemos, pese a lo cual olvidamos lo maravilloso que es el universo, lo pequeños que somos en el mundo, lo insignificante de nuestra existencia y el milagro de estar vivos.