Julián se ha puesto muy guapo y su abuela luce estupenda también. ¿Adónde van? A una boda muy especial? Una boda con dos novias. También la pequeña Marisol lleva un precioso vestido para la ocasión. Durante la comida, Julián y Marisol se escabullen por debajo de la mesa y se alejan en busca de travesuras. Imaginan una casa de hadas bajo las ramas de un árbol, sienten que tienen alas, que pueden volar, se divierten mucho. Hasta que Marisol, jugando y riendo, estropea su atuendo, manchándolo de barro. Entonces Julián le fabrica un traje muy original y regresan a la fiesta. Una historia de pocas palabras, pero con una exuberancia de ilustraciones que consigue decir mucho.